martes, 3 de junio de 2008

Los rusos

Mi madre tiene por costumbre venir a hablarme a las siete de la mañana a los pies de mi cama. Yo creo que lo hace así porque a esa hora yo estoy físicamente imposibilitada para huir corriendo, y además, mi cerebro funciona muy lentamente, con lo que hay más probabilidades de sonsacarme información (verídica). Si le preguntáis a ella, lo hace porque es el único momento en el que me encuentra en casa. (Y sí, también tiene algo de razón)

Mamá
...¿Pero a tí te parece normal?
Miti
¿Grumph?

Lo primero es pensar: ¿Qué he hecho? Pero ella sigue hablando y me doy cuenta de que quizá lleva un rato así, sólo que me acabo de despertar a medio monólogo.

Mamá
...Pues eso, que en el trabajo están todos desquiciados. No sé qué les pasa, andan todos en mi contra. Pues a mi me da igual, estoy por encima de sus rabietas.
Miti
Humm (afirmativo)
Mamá
...no sé porqué la toman conmigo, que nunca, nunca, nunca soy borde con nadie...

Miti se mea de risa internamente. Claro que sí, si eres la reina de la sutileza. Es extraño ver a mi madre alterada por algo, y mucho más por algo tan ridículo...esto se pone divertido.
Mamá
...y yo les dije: ¡pues para aguantar esto no quiero comer con vosotras! Y me fuí. Es que estan a la que salta por todo. El otro día, hablando de Eurovisión, ya ves, un tema inócuo, pues no veas, se me ocurrió decir que la griega cantaba como una gallina y me saltaron a la yugular "¿acaso tú lo habrías hecho mejor?" No entiendo cómo pueden tomárselo tan en serio...Y luego, porque dije que lo de los rusos era una mariconada...bueno...me pusieron de homófoba para arriba...

Mi madre hace una pausa extraña, como esperando que yo muestre mi indignación. Disfruto el silencio y juego con la posibilidad de soltarle: ¿Tu, homófoba? Qué equivocadas están. ¿Cómo era eso que me dijiste? Ah, sí, que sólo te molestaba si lo era yo, que el resto te daban igual.

Pero al final, me callo. Estamos en tiempos de paz, y esta ya no es mi guerra. Firmamos un tratado de no agresión: Ella no se mete, yo no sigo intentando que lo acepte. Si fuera otra persona, la odiaría a muerte, pero es mi madre, y la conozco, y sé que dejarme hacer ya es un paso gigantesco para ella. Así que...me callo.
Mamá
...¿Pero a tí te parece normal?
Miti
Humpf.
Mamá
Pues eso mismo pienso yo.
La adoro, pero la adoraré más cuando no viva aquí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente has conseguido un máster en auto-contenerte...


"La adoro, pero la adoraré más cuando no viva aquí"

¡¡Qué cierto!!!! Mi madre y yo somos un muy buen ejemplo de eso...

Ana Gordillo dijo...

Debe ser muy duro que tus padres no lo acepten... y mas despues de los años. Espero que algun dia se les encienda la bombillita