miércoles, 27 de febrero de 2008

Oxitoxicarse



Oxitocina
1. f. Biol. Hormona relacionada con los patrones sexuales y con las conductas maternal y paternal. También se asocia con la afectividad, la ternura y el acto de tocar. La oxitocina influye en funciones tan básicas como el enamoramiento, el orgasmo, el parto y la lactancia.

Las mujere segregamos oxitocina por empatía. O sea, que si te acercas a una embarazada, o peor, a una mujer con un recién nacido, empiezas a producir oxitocina, y te vuelves ñoña y con ganas de nidificar y formar una família. Lo digo porque lo he sufrido.

Últimamente dedico los fines de semana a oxitoxicarme. Es que parece que mis amigas del instituto, aquellas con las que hacíamos campana y desayunábamos en la cafetería (siempre en la segunda mesa, con siete sillas añadidas y colapsando el pasillo) han decidido dejar de ser ellas mismas y transformarse en personas normales, con trabajos normales, parejas normales, pisos, coches, hipotecas...e hijos.

En realidad me alegro muchísimo de verlas tan felices, y se me cae la baba cuando me dejan sostener a sus retoños, y digo esas memeces de "ay, tiene los ojos de su madre"...El colocón está bien, pero luego vuelves a casa y te sientes fatal, porque parece que de repente a tu alrededor todo el mundo se ha vuelto peligrosamente adulto. Y eso malo porque supongo que quiere decir que yo también debería sentar la cabeza y de momento no sé ni dónde tengo los pies.

Yo siempre al revés del mundo. Mira que pincharme la oxitocina así, cuando hay vías más agradables de conseguirla...Cada vez estoy más segura de que me complico demasiado la vida. Pero también cada vez me doy más cuenta de que... no tengo remedio.

Por cierto, hablando de embarazadas, ahí va Anyone Else But You, de la muy recomendable peli Juno, que también ví para oxitoxicarme un poco más...

jueves, 21 de febrero de 2008

Al mal tiempo buena cara



Mi abuela me ha regalado una colonia por mi santo. "Es de verbena", me ha dicho, "para que encuentres novio de una vez". Se ve que la verbena tiene ese tipo de propiedades mágicas. Pero vaya, por más que quiera mi abuela no creo que el hechizo vaya a funcionar conmigo. Al margen de si la verbena puede volverme hetero, es cierto que huele bien. Y me gusta.

He decidido ser positiva. Total, las cosas son como son, mejor verlas del lado bueno. Y disfrutar de los días grises, de los ratos muertos, de la soledad y de todo lo que venga. Charlotte quiere que aprenda a bailar swing. Yo le he dicho que no puedo bailar y escuchar a Ella Fitzgerald a la vez. No puedo hacer nada a la vez que escuchar a esta mujer. Tengo que aprender a hacer scat...

It don't mean a thing...if it ain't got that swing...

domingo, 17 de febrero de 2008

La cruda verdad

Ayer comí crudo: tártaro de salmón, con cebolleta y manzana, todo aderezado con vinagreta de limón y mostaza. A la mierda la tontería del anisakis. El salmón crudo está más bueno que cocinado, y se prepara a toda pastilla: cortar y servir. Además, los gusanos en cuestión son enormes. Como para no verlos...

Es peor comerse cruda la verdad. Como aceptar que vamos a tardar un tiempo en volver a hablar con normalidad. Que durante un tiempo, nos miraremos, nos llamaremos y nos relacionaremos así, a trompicones. La cruda verdad de que casi cuatro años de relación deja surcos en el camino de los que cuesta mucho salirse.

jueves, 14 de febrero de 2008

Cartas a Julieta

Hola.
Queda inagurado el refugio de San Valentín.
Venid a pasar el día, mañana ya se habrá acabado y dará igual lo desastrosa que sea vuestra vida amorosa, no seréis perseguidos.
Igualmente, damos asilo político a los defensores del amor que quieran protegerse del alúd de ñoñería.
Resistiremos todos juntos el bombardeo.
Y si no, nos entregamos al enemigo leyendo notícias como esta:

Un equipo de voluntarios responde las más de ocho mil cartas de amor que llegan cada año a Verona
El alud de cartas dirigidas a Julieta -el archivo atesora 50.000-, a veces conmovedoras, otras risibles, impulsó a unas hermanas estadounidenses a recogerlas en un libro


¿Nos apuntamos de voluntarias a contestar cartas? (risa maligna a lo úrsula de disney)
...feliz día del amor a todos y todas...

sábado, 2 de febrero de 2008

Nuestra




clemen
De acuerdo, pero hay cosas que...
miti
...quiero seguir haciendo contigo.
clemen
eso.
miti
...y personas que comparto contigo..
clemen
...que quiero seguir compartiendo...
miti
eso.
Júlia es "nuestra", será de su padre y de su madre, pero nuestra. Tuya y mía.

viernes, 1 de febrero de 2008

Deseos y candados

En el 2006, un escritor italiano llamado Federico Moccia escribió un libro llamado Ho voglia di te (Tengo ganas de ti).
En un momento de la novela, una historia de amor para adolescentes, los protagonistas deciden sellar su compromiso poniendo un candado en la tercera farola del puente Milvio, en Roma.
Una semana después de editarse el libro, aparecieron alrededor de esa misma farola más de cien candados, que se multiplicaron de tal forma que el Ayuntamiento tuvo que retirarlos por miedo a que la farola se cayera. Finalmente, se habilitaron unas barandillas para que los enamorados pudieran poner su candado, y perpetuar la tradición lanzando la llave al río.

Es bonito ver cómo surgen las tradiciones de la nada. Pero encadenarse simbólicamente a una farola no me parece precisamente un gran signo de amor. Es bonito entregarse al otro, pero los candados recuerdan a las cadenas...Creo que si me encadeno a una farola con alguien, no lanzaremos la llave al río. Prefiero saber que el candado está cerrado porque nos apetece, pero que somos amas y dueñas de nuestra libertad.

Hoy me he dado cuenta de que existen muchas maneras hermosas de comprometerse con alguien, de empezar algo, pero que estar a la altura en el momento de terminarlo es muy difícil.

Quizá porque asumimos que el amor verdadero debe ser eterno, y supongo que es así, que al amor es eterno mientras dura. Nos encadenamos y lanzamos la llave al río, porque pensar que podemos fracasar es ya un fracaso. Luego, un día, hay que abrir ese candado a golpes, herirse y romperlo todo, y a veces, un mal final arruina una buena historia. Por eso, puestos a pedir deseos de amor, también hay que hacer un huequecito para desear una despedida dulce, triste y hermosa, a la altura de lo vivido.