jueves, 26 de febrero de 2009

Operadora

No se retire, por favor. Le dejaré la llamada en espera y en unos minutos le pasaremos en directo.
Sí, tengo trabajo de "lo mío", cosa que ya me hace automáticamente más afortunada que tres cuartas partes de mis compañeros de promoción. Soy operadora telefónica, aguadora, costurera y ayudante de cámara. Tanto estudiar cosas modernas para acabar resucitando oficios que pasaron a la historia hace siglos.
No me quejo, es bastante divertido, y la verdad es que "lo mío" es tan relativo...¿qué coño es un comunicador audiovisual? Es mejor esto que servir cafés...aunque, ya que soy telefonista, al menos podría llevar patines, como Angelina Jolie en Changeling...

domingo, 22 de febrero de 2009

Lazing on a sunday afternoon

Los clásicos son clásicos porque funcionan. Las citas para ir al cine una tarde de domingo de esas que no te apetece hacer nada, funcionan, porque son un clásico. Eso he pensado yo, cuando, llena de espíritu positivo-dominguero, te he enviado el mensaje.

Ahí está el móvil, calladito y solitario. Bueno, yo lo he intentado a mí manera.

sábado, 21 de febrero de 2009

...es un milagro

Al terminar el concierto, la señora de al lado me dijo: ¡Pero si eres muy joven y te las sabes todas! Es que los discos de Aute fueron mi educación sentimental. Así salí yo: auté -nticamente dramática, canalla, romántica, fracasada profesional (pero con estilo). Hacia siglos que no escuchaba estas canciones, y cuando empecé a darme cuenta de que aún las recuerdo verso a verso, se me removió todo en el interior: ¡Slowly! ¡Anda! ¡Las cuatro y diez! ¡La belleza! ¡Sin tu latido! ¡De alguna manera! ¡Una de dos! ¡Al alba! Las cantó todas!

La verdad es que me arriesgué mucho yendo al concierto con Clemen, pero quizá como era directamente un acto masoquista-apasionado, me salió bien, disfruté el concierto y ni me rozó la sensación de estar haciendo un acto de necrofilia...Fue genial. Y al volver a casa, me sentí como si por dentro hubiera crecido un palmo.

martes, 17 de febrero de 2009

Terapia musical

Nada como un chute de musicales de la Metro Goldwyn Mayer para ponerse de buen humor. Oh, me encantan. Cúanto peores, más te ríes. Siete novias para siete hermanos es la cosa más casposa que te puedes echar a la cara, pero hay que reconocer que viendo ciertas escenas, no se puede negar que ya en 1954 se adelantaron mucho a Brokeback mountain...

domingo, 15 de febrero de 2009

Simple together

¿No os ha pasado alguna vez que descubrís que la canción que aún no habías acabado de pensar ya está escrita? Es un consuelo pensar que probablemente todos cometemos el mismo error alguna vez. Aunque, joder, no, no creo que fuera exactamente un error creer en nosotras en su momento. Probablemente cualquier persona razonable (=no enamorada), habría previsto la catástrofe, pero...bah, ¿qué interés tiene ser razonable? Quizá, al final, lo importante es haber creído en ello, haber formulado deseos y estar sadly mistaken es lo de menos. Quiero creer que tarde o temprano, seremos felices cumpliendo esos planes, aunque acabemos haciéndolo cada una por su lado y no juntas, como creí en su momento.

sábado, 7 de febrero de 2009

Cruzar la acera

Es muy tarde, me acompañas a casa. Me estás hablando, sólo veo tus ojos verdes, que siempre me habían gustado y me pregunto si tú también estarás pensando en besarme. Hay algo en tí que me resulta extrañamente tierno y familiar, como si en el cole hubieras sido mi primer amor.

Una persona normal se quedaría en eso, sospesando la posibilidad remota de besar a alguien prácticamente desconocido, de forma inesperada, suicida, antes de que el metro llegue a su parada y se baje. Pero yo, al darme cuenta de que hace rato que calculo los riesgos de morrearte de improviso, me pongo a plantearme cosas absurdas que la gente normal no piensa...como por ejemplo...¡me estoy fijando en un tío otra vez! ¿me estaré volviendo hetero?

En realidad, sé que no voy a hacerlo. Que no voy a besarte, que no voy a llamarte, que no volveré a verte hasta la próxima reunión, dentro de seis meses, y que las cosas se quedarán así, como desde el día que te conocí. Si fueras una chica, seguramente me arriesgaría. Y no porque me gustes menos por ser un chico...es una cuestión de...práctica. Para mí estás más lejos...estás en la otra acera, lejos de dónde yo me siento segura. Y no es una distancia insalvable, pero sí suficiente como para que, al calcular los riesgos y posibilidades, la cosa se quede en una idea loca.

Llega tu parada, tú te bajas. Nos deseamos suerte. Y hasta la próxima.

Marta, Sebas, Guille y los demás

Carlos me contó que a su hermana Isabel la echaron del trabajo, sin saber por qué. No le dieron ni las gracias, porque estaba sin contrato, aquella misma tarde, fuimos a celebrarlo...

Soy una experta en trabajo basura: con contrato de obra y servicio (cuando lo tienes), sueldo de menos de 200 o 300 euros, uniforme (indispensable, cúanto menos te pagan, más cantón es) y horarios infrahumanos. He hecho de casi todo, pero lo de los periódicos fue lo mejor. Y ahora, Metro ha cerrado. Me hizo ilusión que Marta, Sebas, Guille y los demás colegas se acordaran de mí y me invitaran a la celebración. Todos a la calle de un día para otro, sí, pero el buen humor que no falte.

Éramos una panda de gente curiosa: músicos, diseñadores gráficos, técnicos de sonido, cineastas, historiadores, biólogos investigadores, físicos...Quizá, entre todos, juntábamos siete u ocho carreras universitarias, y en total, un par de sueldos mileuristas. Otros se habrían lamentado y amargado, pero nosotros nos lo tomábamos con humor. Compartíamos una filosofía de vida similar: acumular trabajos basura que nos robaran el mínimo de tiempo y energía...para dedicarnos a lo que nos gustaba de verdad. La reflexión solía ser: lo que nos gusta no nos dá para vivir, y es una putada, pero al menos, sabemos que hay algo en la vida que nos llena de verdad ¡y podemos hacerlo! De alguna manera, todos teníamos pasiones y vicios muy distintos, pero lo importante es que todos teníamos algo en la vida que nos apasionaba.

Lo mejor de mi tiempo en ese sitio es que aprendí que se podía vivir así, en una especie de precariedad adolescente permanente, y ser feliz.

miércoles, 4 de febrero de 2009

El día de la marmota

Parece ser que el 2 de febrero es un día clave para saber cúanto nos queda de invierno. En los EEUU celebran el día de la marmota (el de verdad): si la marmota Phil sale y se asusta de su propia sombra, es que aún queda frío por venir, sino es que la primavera está al caer. En Catalunya el 2 de febrero es la Candelaria, y hay un dicho que sigue la misma teoría: Si la Candelera plora, l'hivern és fora. Como el lunes llovía a cántaros, habrá que suponer que ya nos queda poco por aguantar...tengo unas ganas de que haga sol...

La sola idea de que el invierno puede estar acabando me pone de buen humor.