sábado, 26 de junio de 2010

Verbena

Las anfitrionas sacaron un Rioja del 2000, había coca de llardons casera, todo salió a pedir de boca. Me encanta meterme en la cocina, con mi música, y preparar bacanales para cienmil. Será una herencia familiar. Es el tipo de estrés que me relaja. Durante horas, estoy únicamente concentrada en lo que estoy haciendo: deshuesar aceitunas, hornear bollos, limpiar pescado, cortar verduras. No pienso. Mi cabeza sólo calcula minutos de cocción y va procesando recetas. Es como la meditación, pero en versión maruja.

viernes, 25 de junio de 2010

Punto de fuga

- ¿Sabías que las mujeres alcanzan su cénit sexual a los treinta? En cambio, los hombres a partir de los dieciocho vamos de capa caída.
- Qué, bien, eso quiere decir que mis mejores orgasmos están por llegar. Lo siento por lo tuyo. ¿Qué bebes?
-Otra volldamm.
-Dice el camarero que las hemos acabado. ¿Qué mal, no? ¿Moritz? Eh, no pongas esa cara de desprecio, estás insultando a tu ciudad...


Mi amor platónico de la adolescencia ahora vive en Alemania. De vez en cuando viene y nos volvemos a ver, pero nunca tocamos el tema. Yo pensaba que era porque yo me sentía incómoda recordando lo cursi y patética que fuí, pero ayer, tras beber todo lo que quedaba después de la verbena, descubrí que en realidad, él tenía un tema que hablar conmigo que le incomodaba más
.

- Entonces, que yo me aclare, ¿tu...qué eres?
- ¿Yo? Yo soy asexual. Me reproduciré por partenogénesis, como las hormigas, y las abe...¿a que viene esto, ahora?
- Joder, de repente un día me enteré de que te gustaban las tías. ¿Nunca te han gustado los hombres?
- Pero a ver, pedazo de inútil..., ¿cómo puedes preguntarme eso...¡me gustabas tu! ¡me pasé dos años besando el suelo que pisabas!¡Fuí la tía más pesada sobre la faz de la tierra!
(...)
- Ya...entonces...¿cómo te volviste lesbiana?
- Oh. No me lo puedo creer. ¿Estás preocupado? ¡Estás rallado!
- No, no, no...nunca me he creído eso de que yo te traumatizara...deja de reír...sólo digo que...bueno, es raro...y...quizá...vale, me callo...cálmate o vas a hiperventilar.
-A ver. Me gustan las mujeres, porque sí, no porque a los quince años mi amor platónico huyera de mí.
- Yo no huía de tí...pero éramos amigos...no quería liarla...
- Ya, ya, no pasa nada. Ah, y por si te preocupa, no, no me gustas porque seas poco masculino. A veces me gustan algunos hombres.
- O sea, que eres bisexual.
- Es más complicado que eso...dios. Perdón.
-Ya, la patinadora...era imposible no mirar...
- Sí, sí, su vientre tenía un punto de fuga. Tremenda. Bueno, pues eso, que es complicado. Pero si te tranquiliza, no, aún no he renunciado a ser bisexual.
- Yo creo que sí, pero ya te darás cuenta.

lunes, 21 de junio de 2010

Normalidad



Acabo de hacerme la cera. Siempre que salgo de aquí pienso que son los veinte euros mejor invertidos del mes. Mis piernas, de un blanco nuclear, asoman debajo de mi vestido favorito y toman contacto con el mundo después de un invierno eterno. Estas cosas me hacen feliz. Cruzo la plaza Osca, hace sol, los niños juegan, la gente en las terrazas de los bares, son las siete de la tarde y es la hora perfecta para la cervecita.

Una pelota cae a mis pies. Una niña de unos seis años viene a buscarla. La recoge, y da media vuelta, entonces se para delante de un señor, que la saluda por su nombre y le dice "¿Qué tal tus madres?" La niña sonríe y señala hacia una de las mesas del bar. Dos mujeres levantan una mano y nos dicen hola.

Hola, hola. Cómo me gusta el verano, cómo me gusta mi ciudad.

viernes, 18 de junio de 2010

Tics



A mi profesora de creatividad publicitaria (sí, esa, la que me pegó la tuberculosis) le encantaba este anuncio. Le gustaba, concretamente, el detalle final. Para ella, esto de recolocarse las bragas es universalmente femenino, el equivalente al recolocarse los huevos de los tíos. Yo llevo veintitantos años siendo mujer y aún, cuando estoy cruzada, me pongo las compresas mal. Que parece que no hay posibilidad de ponerse una compresa mal, ¿no? Error. Sobretodo si la has pedido prestada a toda prisa a una desconocida antes de entrar en un examen y te ha dado lo único que tenía: un monstruo.

jueves, 10 de junio de 2010

Captatio benevolentiae



Hay tanto trabajo por hacer. Hemos empezado hace poco, salimos de una situación complicada, somos jóvenes y algo pardillos. Siempre soltamos nuestra captatio benevolentiae antes de actuar, en parte porque aún cuesta creer que las cosas salgan bien, y que cumplamos los altos requisitos y exigencias que todos estamos acostumbrados a ponernos. Pero a vegades, ens en sortim, a veces, lo logramos, y el proyecto funciona, y estoy contenta porque hace medio año ni siquiera podía imaginar que saldríamos adelante. Son las tonterias, las carambolas del destino, las grandes chorradas, las que de repente, y a pesar de haber invocado la benevolencia de la audiencia, nos demuestran que hemos logrado salir adelante. Como un concierto en la calle, un regalo improvisado a una desconocida, reencontrarse con un tipo de ilusión olvidada hace tiempo.

miércoles, 9 de junio de 2010

Verbenas

El taxista, antes de bajar, me dijo al menos cinco veces "ten cuidado".
Creo que no me relacionaba con la gente que corría por la fiesta de clausura del Congreso de Transexuales de Barcelona. Le aseguré que algunas de esas personas raras eran buenos amigos míos y que allí estaría la mar de bien, que los peligrosos y raros son los demás, pero no le convencí. El tipo siguió esperando un rato en el semáforo por si acaso tenía que rescatarme.

El caso es que en la fiesta encontré un planazo para San Juan. Era una octavilla con la cara de santa Juana, al estilo estampita, y ponía algo así:

NOCHE DE SANTA JUANA
Saca la bruja que hay en tí:
Tarot evolutivo
Cortes de pelo
Brebajes y pócimas alcohólicas
Bailes satánicos
Rituales iniciáticos
Herejías lesbianas
...¡sin mirones!

Había más cosas guays del estilo, pero desgraciadamente he perdido la octavilla. No me diréis que no es un planazo...Especialmente me gusta lo de los bailes satánicos. Siempre he bailado mal, pero nunca me he planteado llevarlo al extremo infernal.

miércoles, 2 de junio de 2010

La viuda alegre



Ya sabemos que no viene a vernos a un ensayo porque seamos guapos. Somos la viuda alegre, y ahora tenemos pretendientes. Cuando dice "nosotros llevamos a la Pegatina", pienso que, efectivamente, como le gustaba decir a Darth Vader, no hay casualidades. Que me encuentre con el nombre de este grupo tres veces en un día, querrá decir, como mínimo, que este señor hace bien su trabajo.

Así que cuando, tras unas cervezas, nos mira con cara de "hablemos en serio" y yo me siento como cuando la chica que te gusta te arrincona después de coquetear toda la noche y te dice algo como "que sí, tonta, que me gustas".

Que sí, tontos, que ayer le gustamos :) ¡Hay que creer en el invento!

Sacher a prueba de Murphy

La tarta Sacher es una lucha constante contra la ley de Murphy, la muy puñetera requiere precisión y concentración absoluta, si no, se fastidia y acaba siendo un simple pastel de chocolate.

Pero esta me quedó tan perfecta que incluso tenía poderes mágicos. Ya se le nota en la foto.

Me dispuse a enfrentarme a la prueba final: la cobertura. El truco para que quede regular y sin lengüetazos es poner la tarta, partida y con el almíbar, sobre una rejilla, y entonces, echarle el chocolate por encima. Debajo le pones un plato, para recoger los restos, y vas inclinando la rejilla para que el chocolate se distribuya bien.

Estaba en plena operación cuando, una que es torpe de naturaleza, se me resbaló el cazo del chocolate. La espátula, que estaba dentro, voló. El cazo cayó sobre la rejilla, que se desequilibró, y haciendo palanca, lanzó mi pastel perfecto a dar una vuelta en el aire. Yo intuí el desastre y grité.

En tres segundos, el cazó cayó (de pie) sobre el mármol, con la espátula dentro. El chocolate del cazo cayó sobre el pastel. La rejilla se quedó, de pie, contra la pared. Y el pastel, con sus dos mitades perfectamente ordenadas, quedó encajado en plato como para servirlo. Cuatro gotitas de chocolate en mi mano atestiguaban lo sucedido.

Mary Poppins intenta repetirlo y no lo logra.