lunes, 28 de diciembre de 2009

Noche polar


En Dikson, Rúsia, la noche polar dura aproximadamente un mes, en invierno. Durante ese tiempo no hay amaneceres ni crepúsculos, y aunque hay luz, el sol nunca llega a asomar por el horizonte.
Minirússia no está tan cerca del círculo polar, pero creo que también tiene fenómenos particulares. Por lo que yo sé, hace un frío del copón, y no estoy muy segura de si sale el sol con normalidad, al menos en diciembre. Los índigenas de Minirússia se van a dormir cuando en Barcelona amanece, y a las seis de la tarde te dicen buenos días con toda tranquilidad mientras preparan el desayuno. Luego, cuando vuelvo con el Transiberiano a casa (Minirússia - Moscú, y allí, transbordo a Barcelona) tengo serias dudas de qué día es, y si se supone que tengo que comer, o cenar, o dormir. Pero me da igual. Yo siempre he tenido vocación de marmotilla, y la noche polar me sirve de excusa perfecta para enroscarme con ella en la madriguera e hibernar. Por no decir que con un poco de suerte en junio habrá seis meses de sol de medianoche, y nos pondremos morenas con el veranito ártico. ¿Lo ves, Medem? Había una versión más alegre.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Esta semana no sustituyo

- Hola, esta semana sustituyo a...¿?
- ¿?
- Mierda.

Algo malo está pasando. Son las nueve de la mañana y hay una tía rubia con mi uniforme sentada en mi sitio. Ya sabía yo que esto iba a suceder algún día.

Taxi


- Hola. A plaza Cataluña, por favor.
- Muy bien. ¿A casa, ya?
- Pues en realidad no. Voy a un cumpleaños...y no debería llegar tarde. Es que vengo de fuera, y...
- ¿Ah sí? ¿De dónde?
- De Minirússia.
- Oh, ha nevado en Minirússia, ¿verdad?
- Sí.

(No se lo cuento al taxista, pero probablemente mi sonrisa de felicidad carga el silencio de imágenes de la mañana, las bolas de nieve, las calles heladas como pistas de patinaje, mis guantes mojados, las mejillas coloradas...blanca navidad. A las niñas de CapitalCity la nieve nos resulta exótica)

- ¿Y qué tal se presenta la Navidad?
- Pff. Ajetreada (por no decir algo peor).
- Se presentaría mejor con el Gordo de Navidad, ¿no?
- Hm. La verdad es que este año ni siquiera he comprado lotería.
- Pues si de normal es difícil que le toque, sin comprar, es realmente complicado. Pero, bueno, ustedes las mujeres suelen consolarse con aquello de "desafortunada en el juego...afortunada en amores".

La luz del semáforo combina con las luces de Navidad de la Ronda Universitat. Me importa un bledo la lotería. Yo ya me siento agraciada.

- ¿Sabe? Tiene razón, en ese caso era imposible que me tocara la lotería.
- Me alegro por usted, pues. ¿Es feliz?
- Bastante.
- De momento, claro.
- Siempre es de momento, ¿no? Uno nunca es feliz para siempre...
- Ahí lleva usted la razón. ¿Le dejo por aquí?
- Aquí me va perfecto. Tenga, gracias. ¡Feliz Navidad!
- ¡Feliz Navidad!

viernes, 18 de diciembre de 2009

1,2,3,4...


...tell me that you love me more.
Aprovecharon que estábamos despistadas y se colaron en la habitación. Los músicos entraron cargando sus instumentos en silencio, haciendo equilibrios para no tropezar con nuestros zapatos. Feist buscó un enchufe para el ampli en a ciegas, casi se electrocuta, la pobre. Luego entró el coro, de puntillas, empujándose en silencio, pisándose los unos a los otros, hasta que ya no cabía ni un alfiler. Estuvieron calladitos un rato largo, largo, esperando la señal del regidor: ¡1, 2, 3, 4!
De los mejores regalos de Navidad que he tenido nunca.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Happybirthday

Mi hermano se ha hecho mayor.
Me encantan sus habilidades frikis. No conozco a otra persona capaz de diagnosticar una Xbox a través del sonido de su ventilador:

- Tiene un problema con el lector, porque hace el ruido de la interfaz (mmrrrrrrrrr), pero luego no lee el juego. Hace el amago ¿ves? (brrm, brrm), pero si lo leyera, como tiene mayor carga gráfica, el ventilador se pondría a tope (brrrrrrrrrrmmmmrrr), y nada, no se oye nada.

En esta família no se salva ni uno. Y luego mi madre se preocupa por mi descendencia. En serio, no creo que sea muy bueno para la espécie.

My baby whispers cosetes in my ears


- Diga'm cosetes...
-No, que se m'escapen mariconeces...
- Doncs ens haurem d'inventar algo...perquè jo tinc ganes de dir-te coses.

(Este es el motivo por el que me despertado cantando Sweet Nothings, que supera de largo todas las mariconeces, diminutivos, y nombres de pastel que uno pueda imaginar. Por si la canción no era cursi de por si, he descubierto que Brenda Lee la grabó a los 12 años...lo mismo mañana me levanto cantando a Marisol)


miércoles, 9 de diciembre de 2009

Crash

Supongo que era vagamente consciente de que, al tomar ciertas decisiones, estaba adentrándome en un camino de no retorno, que estaba forzando ese golpe de volante fatídico, provocando este accidente aparatoso para salirnos de la carretera a toda costa. No me arrepiento.

Mi vida ha dado tres vueltas de campana y no hay marcha atrás. Todo lo que aparentemente hacía que yo fuera quién yo era se ha jodido. Y ojalá se hubiera volatilizado, o estallado en añicos. Lo peor es que ahora mismo, el invento me ha dado tres vueltas de campana, está ardiendo y yo me siento atrapada justo dentro.

¿Hasta que punto aquello en lo que gastamos todas nuestras energías, esperanzas, minutos de vida, nos define como personas? ¿Somos lo que hacemos? Si es así, practicamente he cometido suicidio. Pero quiero pensar que hay algo más, que lo que yo soy está formado por otras cosas, quizá más intangibles, que precisamente estoy salvando a costa de tanta sangre y fuego. Quizá nos definan más las decisiones que tomamos en los momentos trascendentes que diez años de rutinas y creencias.