jueves, 29 de abril de 2010

Aren't you?


- ¿Tratas de seducirme?
- Lo dices en broma, ¿no?
- Pero tu, ¿cúanto tiempo hace que eres bollo?
- Qué cosas de preguntar, si fue culpa tuya.
- Entonces ya deberías saber la regla básica: las lesbianas no tienen amigas lesbianas. No se hacen bromas con las amigas.
- ¡Pero qué diceeees!
- Les llamas amigas pero en realidad son posibles rollos, pasados rollos, rollos reciclables.
- Anda ya. Yo tengo amigas con las que no me acostaría. Eso es porque tu eres así.
- Lo que yo digo es que no es lo mismo. Siempre hay esa posibilidad, por pequeña que sea...Ya sabes una noche de borrachera...una cena para ponerse al día...
- Entonces, según tu teoría, ¿ahora tratabas de seducirme?
- No.
- Estupendo, porque tengo que confesarte que últimamente me da pereza. Me estaré haciendo vieja, pero el otro día volví de fiesta y pensé "joder, qué bien que no tengo que follar con nadie, porque me muero de sueño". ¿Te lo puedes creer?
- Si es que lo que tienes que hacer es salir menos y estudiar más, a ver si terminas la carrera. Ser licenciada es súper sexy, se liga un montón...
- ¡Jajajjajaaja!
- En serio, ¿para qué crees que la gente se saca los títulos? No será para encontrar trabajo...
- ¿De verdad se liga más?
- Sí, y además...me han dicho que los orgasmos de las licenciadas duran más que los de las lesbianas a las que les falta el trabajo final de carrera y 8 créditos.
- Qué capullo eres.

martes, 27 de abril de 2010

Rosas


Mis primeras galletas glaseadas de Sant Jordi.
Me quedaron un poco abstractas, pero por algo se empieza.
Yo, de mayor, quiero vivir en Wisteria Lane. A veces hasta doy el pego.

¡Feliz diada (atrasada) a todas!

domingo, 25 de abril de 2010

Capullos al poder

Llevo el fin de semana en la biblioteca. Al final, me he remangado y me he metido en el cuerpo del trabajo, aquella parte tan minuciosa y tediosa que he estado evitando hasta ahora pero que, por desgracia, tiene el pequeño defecto de ser la más importante: el análisis. Tengo una montaña de trabajo de proporciones mitológicas, a la velocidad que voy mis opciones de entregar en junio pasan forzosamente por amaestrar monos, vender mis futuros hijos a duendes maliciosos o experimentar con substancias desconocidas con la esperanza de adquirir superpoderes académicos.

Septiembre, pues.

Ayer, al salir a hacer mi pausa del café, me encontré con la única otra persona capaz de estar en la biblioteca un sábado tan soleado: Charlotte. Charlotte estaba cabreada, y con razón. El día anterior había ido a cenar con un tipo, que al parecer, era perfecto, y ya sabemos lo difícil que es encontrar a gente perfecta. Sabemos que la gente especial no abunda, sin embargo, cuando les encontramos los reconocemos inmediatamente. Algo así pasó durante la cena, y Charlotte ya preveía terminar la noche en su casa, cuando el tipo, tras jugar con ella y reconocer abiertamente que había una atracción mútua, le contó desapasionadamente que el sábado por la noche había quedado para follar con una de sus alumnas veinteañeras. Algo así cómo : "Siento algo muy especial entre nosotros. No como con la que me voy a follar el sábado. Pero bueno, prefiero tener rollos así".

Una se pregunta, ¿para qué decirlo? Lo mejor es que no es un hecho aislado. El mundo está lleno de tíos, y de tías, que nos dan más información de la que necesitamos, y encima, se vanaglorian de ser transparentes y sinceros, como si el problema fuera que el resto de la gente no es suficientemente fuerte como para aceptar la realidad. ¡Y una mierda! La realidad es que ser un capullo arrogante es infinitamente más fácil que intentar ser educado y elegante. Pero esas cualidades, ya ves, cada día estan más infravaloradas. Defender y practicar el savoir faire es colgarse un cartel que dice "hola, soy carca, soy tu abuela". Poned la tele y mirad qué personajes estamos ensalzando, qué comportamientos sociales. Lo que se lleva es la total falta de empatía. Y que conste que la culpa no es de la tele. La tele sólo refleja y nos prepara para lo que viene:

La sociedad sociópata, la era de los capullos.

lunes, 19 de abril de 2010

Adoradores del Sol

Ciudadanos y ciudadanas de
Capital City,
hordas de invasores hostiles,
amables visitantes,
población atrapada en la ciudad por la nube de ceniza,
robots, alienígenas y replicantes,

habeis sido perdonados de vuestro castigo de diluvio eterno.

¡Colgad vuestros abrigos!
¡Desterrad los paraguas!
¡Bienvenidos los zapatos abiertos y las camisetas de manga corta!
¡Exponed vuestras pálidas epidermis al aire libre!

¡Bienvenido sea el brillante reflejo de las mesas en las terrazas! ¡Que cada balcón, terraza, azotea, se transforme en un templo!¡Que vuelvan las gafas de sol, el aroma dulzón del aftersun!¡Que salgan los niños a jugar al parque! ¡Que vayan las señoras a dar paseos! ¡Que las mujeres hermosas desfilen en bikini por la Barceloneta!

sábado, 17 de abril de 2010

Moderna



Hoy venía a sustituir, pero la titular, que supuestamente tenía que estar enferma, se ha resistido, así que cuando he llegado a la empresa, la he encontrado en su sitio, tambaleándose, pero decidida a jugar los 90 minutos. Alguien capaz de ir a trabajar tras pasar dos días a dieta de aquarius y agua de arroz merece mi respeto, así que me he sentado a su lado a aprender, cual Bojan ColaCao. Ha sido divertido. Sol tiene dos carreras y se está doctorando. Los veranos se va por todo el mundo a excavar restos prehistóricos. Habla cinco idiomas, y además, conoce a los 180 empleados por su nombre. Es la recepcionista y probablemente les da tres vueltas a la mitad de ellos.
- ¿Quieres llevarte un par de cajas de galletas?
- Eh...claro.
- Es que yo no me las podré comer, claro...al menos hasta la semana que viene. Bueno, serán para mi compañera de piso. Me va a odiar. Desde que trabajo aquí, dice que se ha engordado cinco quilos.
- Bah...seguro que está encantada. Estas cosas fomentan el buen rollo entre compañeros de piso.
- Sí, somos como una pequeña familia. De hecho, su abuela le preguntó si es que "éramos modernas".
- Jajajajajaja
- Ya, bueno, mi abuela cuando se enteró de que compartía piso con una chica me dijo "¿pero dormís en camas distintas, ¿verdad?"
- Qué moderna, tu abuela.
- Ya.
- ...Pero no sois pareja, ¿no?.
- No.

Mecachis.

martes, 13 de abril de 2010

Sutura



El paciente está curado.
Y una línea más o menos recta, tirada a pulso, cruzando su historia clínica.
Albert Espinosa decía que, tras pasar la mayor parte de sus 24 años en el hospital, le había parecido raro que todo se terminara así, fácil.

De repente, un día, estoy curada. No es que esté mejor, es que de repente es como si nunca hubiera habido allí una sutura. Y puedo irme contigo de vacaciones, y salir de fiesta contigo y tu novia, y pasar sin darme cuenta por nuestros rincones, y escuchar tus canciones, y todo lo que siento es el presente, presente, presente.

Ni siquiera me doy cuenta de lo extraño que es hasta que otros no me lo hacen notar. No volveré a quererte tanto, y no volveré a dejarte de querer. Todo está como debe estar, al fin.
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lunes, 12 de abril de 2010

Mercancía

Ya he hablado antes de la Federación de Lesbianas y su obsesión por terminar con la soltería en el mundo. Lo mismo podrían hermanarse con la Federación de Organizadores de Mesas en Banquetes.

El sábado pasado, en un acto de buena voluntad, acompañé a mis padres a una boda. Los padres de la novia y los míos golfeaban por los mismos antros a mi edad. Yo y la novia habíamos jugado juntas de pequeñas, bueno, eso dice mi madre. Yo no recuerdo jugar con ella, la mala pécora se aprovechaba de que tenía dos años más para torturarme hasta que un día me dediqué a llenarle de alfileres el jersey, para que tomara nota de a quién no debía robarle los juguetes. Desde entonces, y hasta el sábado, no volví a saber de ella.

El caso es que al llegar al restaurante y consultar la disposición de los invitados resultó que, a diferencia de mis padres y de mi hermano, yo estaba separada en otra mesa. Pensé que se trataba de un error, pero la encantandora dama de honor responsable del asunto me aclaró, mientras se volvía a meter las tetas dentro del vestido, que todo estaba pensado por un motivo:

- Es que esta es la mesa de los primos solteros.

Y la muy zorra...¡me guiñó un ojo!
Que podría haber sido la mesa de las primas solteras. De las primas bolleras solteras. Pero no. Era la de los primos pedantes estudiantes de ESADE solteros. La mesa de los tíos que ríen tus gracias igual que reirían tus pedos, porque la dama de honor ya les ha dicho que soy la única soltera en la sala menor de 30 con la que no comparten información genética. Yo era mercancía. En concreto, llegué a la conclusión de que había sido cruelmente vendida a un tipo, músico de conservatorio, gestor cultural en el ESCAC, acento de Diagonal para arriba, gran aficionado al pádel y a la vela, que misteriosamente conocía mi vida y milagros y era el prototipo del fantasmón.

El tío no paraba de hablar de sí mismo y de lo guay que era, así que al llegar a los postres servidora estaba al borde del suicidio. Me levanté, intentando parecer muy digna con mi vestido, y me esfumé con la excusa de ir al baño. Decidí darme un largo paseo por el restaurante mientras planeaba la huida, cuando tropecé con uno de los primos, con el que apenas había hablado. Estaba sentado en un banco del jardín, al sol. Cambié de dirección intentando evitarle, pero me vió:

- ¿Ibas al baño? Porque está por ahí.
- Eeeeh...sí...no...bueno, estaba dando un paseo.
- Ya...(silencio). Es que mis primos son un coñazo. Bueno, todos no. Luís, Luís es un coñazo.
- Buenoooo..., es que.... habla mucho.
- Que no te cortes, que yo no lo trago. Y además, la imbécil de Claudia siempre nos sienta en la misma mesa. Como somos solteros...qué manía, joder. ¿Habrán servido la tarta ya?
- No creo.
- Pues yo me largo, con tarta o sin tarta, que hay partido. ¿Te bajo a Capital City?

Mis ojos dijeron "¡Sí, quiero!". No es que fuera mi tipo, pero ¿ ves?, al final uno de los primos solteros sí supo que decirme para conquistarme.

domingo, 11 de abril de 2010

You know how



So give me a light /or give me a drink
just give me a reason / to feel what I think
Undress me now / you know how
using your eyes, now

Las miradas desvisten. Algunas voces también.

jueves, 8 de abril de 2010

Bloody Morning

Llego tarde. Llamo al ascensor. Dejo la puerta abierta. Vuelvo a entrar, bolso en mano, recojo cosas. Desayuno, llaves, abrigo, eeh...¿Dónde coño está...?Ah, aquí. Perfecto, nos vamos. El pelo y los ojos ya me los arreglaré en el ascensor, pienso, que para eso tengo ocho pisos. Y entonces, me giro hacia el espejo y...Sangre. Tengo una escandalosa cantidad de sangre por toda la cara. Y en las manos, y en la ropa. ¿Estoy sangrando?

Este es el momento en el que aparecerían los créditos de inicio de House.

Me fascina ese mecanismo. Los capítulos empiezan in media res, en medio de cualquier escena cotidiana, sin ningún tipo de marca o referente que nos indique que aquello terminará siendo un capítulo de House. Sin embargo, como conocemos el mecanismo, observamos a los personajes sabiendo que, en cualquier momento, su pacífica rutina se volverá truculenta. Ella entra en el ascensor, y zas, está sangrando.

Y a partir de ahí, es todo lo contrario, o sea: mostrar como las realidades truculentas de un hospital, de la enfermedad, de la muerte, de la sangre y las vísceras, no son más que rutinas, al fin y al cabo. Es una auténtica perversión del código: lo rutinario se vuelve amenazante, y lo amenazante, habitual. Siempre los mismos personajes, los mismos espacios, los mismos procedimientos, los sospechosos habituales. Hacedle un TAC. Punción lumbar. És Kawasaki. O Lupus.

Pero, no, nunca es Lupus. Al final, los malos son las inofensivas cosas de la cotidianidad. Como una pequeña heridita en la mano que usas para ponerte el abrigo, arreglarte la ropa, tocarte el pelo y quitarte el sueño de la cara.

El ataque de los píxeles



Qué grande.