viernes, 24 de septiembre de 2010

Dos niñas mayores


Venga, Dolors, hoy seremos niñas mayores, nada de tonterías, nada de ser especiales. Y nadie esperará ninguna escena dulce delante de ningún portal, ni ninguna gran verdad será revelada al amanecer. Hoy moveremos el cuerpo al compás de un tambor accelerado, de una gran línia de bajo. Hoy, proponle un tema al cantante, uno que se ría de tu y de mí, y de esta historia que ya no es importante. Uno que nos defina en tres acordes, uno que nos explique a la posteridad, uno que sea conscientemente un punto y final, Dolors, uno que parezca imposible que pueda acabar.

sábado, 11 de septiembre de 2010

You get what you need!

El final de esta carrera ha logrado patearme el orgullo pero bien.

La primera vez que no terminé no me lo tomé como algo personal. Me convencí de que no era tan humillante, había sido una decisión, no una derrota. La segunda vez, empecé a picarme, hasta el punto que, antes de morir por cabezonería, tuvieron que sentarme y hacerme admitir que no se me concedieron los dones de la omnipresencia ni de la omnipotencia, que toda elección tiene un precio y yo no tenía dinero para pagar las mías. Esta vez era simple necesidad. Era una cuestión de honor. Puede que haya tenido que asumir que no soy tan buena, pero NECESITABA demostrarme que podía terminar lo que empecé, aunque fuera así, mal, tarde, a cara de perro, a sangre y fuego, en los penalties.

Cuando empecé tenía dieciocho años, ¡dieciocho!. Acababa de asumir que me gustaban las mujeres, nunca había tenido un trabajo serio, nunca había suspendido una asignatura, confiaba ciegamente en según qué elementos. Ha pasado la hostia de tiempo, la hostia de cosas, la hostia de personas. Y ahora, ha llegado el momento de ponerle punto y a parte a una etapa.

Yeah, ¡ya está! No siempre se logra lo que se quiere, pero si te esfuerzas, a veces consigues lo que necesitas. Me siento tan libre, tan rejodidamente bien, ahora. Es como si no necesitara nada más del mundo.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Mercè Soler

- Mercè Solé és perfecta. Tiene justo la pinta de ser una mujer para casarse, con esa cara de buena persona que tiene...
- Ya, pero no es para tí.
- ¿Por qué no? ¿No me ves capaz...?
- Capaz...desde luego, pero, admítelo, es del tipo que te gustan tanto que luego no te gustan. A tí, te gusta un poco más la guerra de la que te puede dar Mercè Solé.
- Pues eso está mal.
- Puede, pero es lo que te gusta. Asume lo de tu puntito sadomasoquista de una vez, mujer. Ya te estas haciendo mayor para andarte con remilgos.
- ¿Sadomasoquista de correas y cuero?
- No, no, eso hasta es fetichista y divertido. No, digo del peor. Del sadomaso emocional.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Más sangre


I don't know what it is about me that makes people think I wanna hear their problems...Maybe I smile too much. Maybe I wear too much pink..., but please remember: I can rip your throat if I need to. And also know that I am not a hooker. That was a loooong time ago.
Pam, ¡oh Pam! Qué gloriosas son tus intervenciones de mala puta vestida de rosa...y qué razón tienes.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Para ser tan rubia no eres tan tonta

Era imposible no verla. Todos los hombres del coro (y servidora) perdíamos el compás cada vez que cruzaba las piernas en la tercera fila. Dios, que pibón. La Mujer Inalcanzable resultó ser amiga de una de las sopranos dos, pero por algún motivo su amiga la dejó tirada. Estaba sola, esperando junto al escenario, y claro...pobre. Nos acercamos a darle conversación. Por cortesía, la invitamos a cenar con nosotros...y para nuestro regocijo, aceptó.

Durante la cena descubrí porqué la habían dejado tirada. Era tonta. No un poco tonta, era tonta de remate. Tenía ese aire inocente de las rubias de las pelis clásicas de humor, el tópico de la chica despampanante pero que no ha salido de su pueblo. Sus intervenciones eran tan marcianas que nos reíamos de ella y la pobre se reía con nosotros. Y de repente, en plena conversación sobre reproducción asistida, La Rubia Muy Legal declaró:

- Pues yo no estoy a favor de la eugénesis. (Aquí hubo un silencio de puro pasmo. No la creíamos capaz de usar esa palabra ni en cienmil años). Este verano me he estado leyendo un libro fantástico que trata sobre un mundo futuro en el que se ha conseguido erradicar el hambre y las enfermedades a través del control genético de la población. Se eliminan las familias, y todos los niños nacen por tecnología reproductiva...y se supone que tiene que ser una utopía, pero luego el libro se posiciona totalmente en contra...

Nos miramos. Al final, el barítono, que había liderado el cachondeo de los chistes sobre rubias, le dijo lo que todos pensábamos:
- ¿Te has leído Un mundo feliz...?
- Ah, puede ser. No sé cómo se llama en español. Como me lo he leído en inglés...

Zas, en toda la boca. Luego volvió a la normalidad. Sus siguientes palabras fueron:
"Oh, qué bien, el bocadillo lleva roquefort. Me encanta este queso...sabe como...a pies" -risita encantadora, y luego, muy seria:"Que no es que me haya metido nunca un pie en la boca, claro".

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Soy Sarah Connor



En el 2040, mi hija conducirá la resistencia humana contra el ejército de las máquinas, que se habrán hecho con el control para devastar la Tierra. Claro, si la matan en el 2040, no harán más que azuzar la revolución, así que han decidido viajar al pasado y hacer todo lo posible para evitar que nazca...sacándome de en medio en un momento clave, como por ejemplo, el final de mi carrera. Al parecer, si no me licencio, nunca llegaré a tener una hija.
Es por eso que JURO que el universo conspira para que jamás termine esta carrera. Al principio pensaba que era mala suerte. Luego, muy mala suerte. Esta mañana, cuando a cinco horas vista de la entrega del trabajo, se ha ido la luz de todo el barrio durante horas, lo he sabido: es Terminator. Viene a por mí.