miércoles, 26 de octubre de 2011

Zorra implacable

Mi examinadora era una zorra sedienta de sangre. Una serial killer. Antes de suspenderme a mí, se peló a seis tías, y a la chica que le tocaba después no le dió ni 5 minutos de examen antes de catearla. O sea, de las que no comen bizcochitos all-bran.

Como no estaba contenta con mi prudente uso de la velocidad, me hizo entrar en autopista. Maldije mi suerte mientras intentaba recordar la única vez que había practicado en una vía rápida. Por suerte la salida de Barcelona estaba despejada y me incorporé sin problemas, a la velocidad adecuada y circulando a 90 como si lo hiciera todos los días.

"Haga un cambio de sentido. Ahora cogeremos la autopista en dirección Barcelona".

¿Cambio de sentido? ¡¿WTF?! Mirando interrogativamente a mi profesor, salí en la siguiente salida, un polígono industrial. Logré reducir solventemente, un milagro para mí, y busqué desesperadamente la entrada a la autopista de nuevo. La zorra implacable salpicó el momento de comentarios sarcásticos sobre mi falta de seguridad en la ruta. Quizá esperaba que saltase la mediana de la autopista con un doble salto mortal lateral con el seat ibiza amarillo.

Volví a entrar. El tráfico en dirección Barcelona estaba peor. Logré incorporarme, gracias a dios, sin problemas. Cuando ya estaba a punto de poner intermitentes y salir por la primera salida, la zorra dice:

"No, continúe. Tomaremos la Ronda"

¡La madre que la parió! ¿¡Cómo entro en la ronda desde aquí!? ¿Sigo a la derecha o me meto en el carril izquierdo? Oiga, si está intentando conseguir el récord de alumnas suspendidas esta mañana, no se moleste, salimos aquí mismo y me salto un stop, o un semáforo, o atropello un peatón, pero no me torture más, joder.

Entré en la Ronda. Puse las luces. El carril de acceleración era más estrecho, más corto, y más petado de coches. Lo logré. Incluso logré salir sin frenazos, ni calar el coche, ni cortarle el paso a nadie. Cuando estaba reduciendo a segunda y apagando las luces, me dijo algo que yo entendí como "En el semáforo, a la izquierda". Seguí por el carril de salida de la Ronda, a la izquierda, unos diez metros hasta el semáforo.

- Le he dicho que iremos a la derecha.

Le pedí diculpas, puse intermitente y, aprovechando que el carril derecho estaba vacío, me cambié. La línea era discontínua y el desplazamiento, perfectamente legal.

Pues sí, amigos. Mi fallo de suspenso fue "Uso excesivo del carril izquierdo".
Ojalá la entierren en bizcochitos all-bran.

Pero bueno, puedo afirmar que fueron mis mejores minutos al volante desde que hago prácticas. Nunca me habían salido bien tantas cosas seguidas. Mi profesor, que en su tiempo libre debe ser coach-motivador, me ha dicho hoy: "Sí, lo hiciste mejor de lo que eres".
Fuck them all.

domingo, 9 de octubre de 2011

Estepicursora




Hoy he despertado en casa de Marla. Ella no estaba, se había ido a cortar en rodajitas a señores muertos, esas cosas que hace con sus amigos los sábados por la mañana.


Y entonces, sentada en la taza del wáter, la he visto. Casi me corta la respiración. Una estepicursora hecha con MI pelo ha salido del dormitorio y ha cruzado el pasillo. Era enorme.


He salido del baño y la he cazado. Entonces, me he dado cuenta de que había pelo mío POR TODAS PARTES.


Y pensar que la gente no quiere perros en casa porque sueltan pelo. Que las parejas discuten por unos pelillos en el desagüe. ¿Cómo puede ser que pierda tantísimo pelo? ¿No debería estar calva ya? ¿Podrían los del CSI implicarme en cualquier homicidio? Y sobretodo, ¿cómo puede esta mujer seguir queriéndome?