miércoles, 16 de enero de 2008

Rascacielos

Mi profesora de biología era muy hippy, pero no de postín, hippy de verdad, hippy histórica. De las que se fueron a Woodstock, y al mayo del 68, y que aún, a sus sesentaytantos, fumaba petardos en el parque. Me dijo una vez: lo primero que debes leer del periódico es el suplemento de Economía. ¿Sabes por qué? Porque hay que saber lo que hace el enemigo.
La verdad es que no puedo. Me aburre solemnemente, y ahora que EL PAÍS ha decidido colocarlo allí en medio, me trae de cabeza.
Hoy, detrás del maldito suplemento, he encontrado una foto de un conocido: El edificio Trafalgar, en la plaza urquinaona. Al parecer, fue el primer rascacielos de Barcelona, en el año 36. Paso por ahí todos los días y nunca se me había ocurrido que pudiera tener nombre propio e historia. Decía el periodista que en el año 36, el rascacielos fue una de las pocas cosas buenas que llegaron a la ciudad. La otra fue la elefanta Perla, que regaló al zoo...Hitler. No es el tipo de personaje que una se imagina regalando bichos. Por cierto, es bonita la palabra rascacielos. Suena a cosquillas.
Lo que si que leo son las secciones de política. Antes tampoco podía con ellas, pero ahora tengo curiosidad. Aunque en realidad, la política y la economía son la misma cosa. El mismo enemigo, diría mi profe hippy. A mi, al enemigo, me gusta espiarle. A veces, cuando no estamos en el aire, el técnico de sonido abre micros y me dice: haz que ver que no oyes nada...Y así cotilleamos un poco. Pero poco, porque aburre comprobar que esa gente viven en un planeta a parte, digamos, la Tierra Vip. Son los que más pasta tienen, pero cuando van al restaurante, el chef les invita. Todos son muy amigosss de otros, aunque luego, en la arena, finjan pegarse. La política es como el pressing catch. Pura coreografía.
Por cierto, el pressing catch y los 80 están oficialmente de moda. A mi es que me pillaron muy joven, y los revival ochenteros me dejan un poco fría. Aunque la verdad, cuando lo pienso, no se me ocurre qué demonios vamos a reivindicar de los 90 cuando nos toque ponernos nostálgicos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta que rascacielos te suene a cosquillas, es muy dulce...

Un abrazo!!!

Nima dijo...

miti, siempre nos quedaran las olimpiadas de BCN y la expo de Sevilla.. de la década de los 90 no recuerdo mucho mas..

ah.. si, que por fin dejamos de llevar ombreras!!

Anónimo dijo...

La decada de los 90 empezó con las cuatro ligas consecutivas del dream team,redondeadas el 20 de mayo de 1992 con la Copa de Europa de Wembley,ciertamente los cules adoramos la decada de los 90.
Fuera de ello,los noventa nos trajeron,las televisiones privadas,la primera guerra del golfo,Bill Clinton y Monica Lewinski,las bodas de las infantas,la llegada del PP al poder(GRRRRRR),el Oscar para Belle Epoque...Bueno y algunas cosillas más.

mitilene dijo...

Hey! Es verdad...también se me ha ocurrido para la lista una cosa importante ¡internet!

Anónimo dijo...

ostia, yo siempre he pensado q los rascacielos les hacen cosquillas a las pancitas de las nuves. :)

chalada

Anónimo dijo...

nube