martes, 22 de enero de 2008

Ideologías recortables

De pequeña fuí a un cole concertado. Algunos de mis compañeros eran bastante pijos, bastante mucho. Las reuniones de ex alumnos suelen ser un horror, (¿te gusta mi reloj? es bulgari...) así que a la mayoría hace años que les perdí la pista.

Pero a Joel le veo bastante. No hablamos casi nunca, pero nos cruzamos cada dos o tres años. Recuerdo que, en tercero de básica, Joel se reía de mi porque mis zapatillas no eran de marca. Porque mi abuela me compraba el chándal en el mercadillo. O porque mi padre tenía un golf rojo (que me encantaba). Un día me preguntó cúantos metros cuadrados tenía mi casa. Me descolocó tanto que no supe qué demonios contestar. Cuando le pregunté a mi madre, me dijo: "si es por eso, dile que nuestra casa es tan pequeña que su estupidez no entraria por la puerta".

El caso es que a este pequeño monstruo me lo encontré muchos años más tarde en el centro de la ciudad y aluciné. Seguía siendo igual de delgado y enclenque, pero medía dos metros. Llevaba el pelo crespado, absolutamente mugriento, unos tejanos (levi's) destrozados y una camiseta blanca harapienta (calvin klein). Tenía los labios cortadísimos y parecía un muerto en vida, un personaje burtoniano. Le pregunté qué era de su vida. Me dijo: "bueno, estoy repitiendo bachillerato, mi padre quiere que entre en Empresariales, y luego quizá me voy a los estados unidos a hacer un máster". ¿Y eso que llevas en la espalda? "Ah, una pancarta. Es que ahora me voy a una manifestación antiglobalización, es una mierda el puto capitalismo".

Esta mañana le he vuelto a ver. Estaba haciendo un transbordo en el metro y me he cruzado con un tipo enorme, botas militares, cazadora bómber, cabeza rapada. Verle así me ha dejado en estado de shock, y me he quedado mirándole. Se ha dado cuenta, y me ha lanzado una mirada de perturbado mental del estilo "¿qué coño miras, gilipollas? ¿buscas que te mate?" Y entonces, de repente, ha parecido confuso, como si me hubiera reconocido. Pero si lo ha hecho, no me he enterado, porque me he largado a toda pastilla, por si acaso me venía a contar que iba a una reunión de su ONG pro derechos de los inmigrantes, homosexuales y personas que compran en el mercadillo.

Ya sé que no es justo juzgar a la gente por la ropa que lleva. Pero él lo hizo antes conmigo...

2 comentarios:

Paola Vaggio dijo...

El otro día me sacó sangre una ex-compañera de instituto que precisamente era la más chunga del lugar y ahora resulta que es enfermera. Qué fuerte lo de cuantos m2 tiene tu casa... XD

mitilene dijo...

Conozco a una profesora jubilada de un pequeño pueblo de Girona que guarda las notas de varias generaciones de alumnos...es la señora más bien armada del pueblo...XD Gracias por pasarte por aquí!