miércoles, 24 de septiembre de 2008

Milo

Milo tiene cinco años. Es la manipuladora más pequeña y temible que conozco, pero es mi prima favorita por cosas como esta:

Su hermana Feli, de dos años, lleva días montando en cólera frente al vendedor de globos. ¡Quiero un globo, quiero un globo, quiero un globo! Mi tía, que tiene tres niñas, un marido artista y dos gatos, combina la firmeza con la psicología e intenta convencer a la niña de que no es el momento para comprar un globo, pero cada mañana se repite el espectáculo.

El tercer día de berrinche, Milo se acerca a Feli, que llora y se niega a caminar, le toma de la mano y la acerca al vendedor. Ven, Feli, vamos a comprar un globo. ¿Cúal te gusta más? La niña se calma y mira todos los globos. Finalmente señala un delfín. ¡Qué bonito, Feli! Vamos a comprarlo. ¿Quieres que te lo ate al dedo? Ven, dame la mano. Feli levanta su índice. Milo le ata un globo invisible con un nudo firme, y solucionada la crisis, ambas vuelven junto a su madre.

Feli hizo todo el camino con el dedo levantado, como si el delfín invisible tirara de ella.

(Mi Milo me hizo pensar en otro Milo...creo que parte de mi fascinación por las pelirrojas nació ahí...Pepper Ann Pearson, demasiado guay para tener doce años)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cómo mola tu prima Milo :)