sábado, 26 de junio de 2010

Verbena

Las anfitrionas sacaron un Rioja del 2000, había coca de llardons casera, todo salió a pedir de boca. Me encanta meterme en la cocina, con mi música, y preparar bacanales para cienmil. Será una herencia familiar. Es el tipo de estrés que me relaja. Durante horas, estoy únicamente concentrada en lo que estoy haciendo: deshuesar aceitunas, hornear bollos, limpiar pescado, cortar verduras. No pienso. Mi cabeza sólo calcula minutos de cocción y va procesando recetas. Es como la meditación, pero en versión maruja.

No hay comentarios: