Tengo unas agujetas que no me puedo mover.
Lo bueno y lo malo de las agujetas es te recuerdan constantemente la manera cómo las adquiriste. Cuando en Educación Física nos torturaban y me humillaban, me tocaba revivir esa mierda varios días hasta que se iban, pero desde que dejé el instituto y con él la mala costumbre de hacer ejercicio, las agujetas solían recordarme cosas muy agradables los lunes por la mañana mientras subía las escaleras del metro.
Estas no son de esas buenas agujetas. Son de correr.
Murmi me convenció para ir a correr. Llevo dos días preguntándome por qué decidí hacerlo, si algo he odidado toda mi vida es correr, el traqueteo, sudar, no poder respirar...las agujetas.
Cuando nos hacían correr en el instituto, yo y Jane solíamos escondernos detrás de los arbustos para escaquearnos. Y ahora, me dá por ir a torturarme, porque sí, por decisión propia.
Mientras subo las escaleras como una viejecita, pienso en lo absurdo que parece correr en círculos, sin ir a ninguna parte. Pero necesito estar cansada, muy cansada, y que mi cabeza no tenga nada que ver con ello. Quizá todo forme parte de esa manía que estoy adquiriendo de hacer todas las cosas que nunca quise hacer, de no ser la que fuí, no sé si mejor, pero al menos, distinta. Ante la duda de no saber por dónde tirar, avanzar, moverse, correr.
4 comentarios:
Ueeee! A correr!
¿Cómo que te comvencí? jaja. Fuiste tu que me dijiste "...encara vas a córrer?" ;)
Porqué no van a ser buenas agujetas?
Yo después de hacer ejercicio me siento mejor. Igual que cuando reciclo. ¿A caso servirá para algo? Almenos para mi satisfacción.
A mí también me duele tooodo el cuerpo, de escalar!! jejeje
si es que llevamos una vida demasiado sedentaria...
odio correr, lo ODIO. pero como nevó una pasada, fuí a hacer raquetas. Por la tarde estaba medio muerta aunque valió la pena, las fotos lo prueban:
http://es.youtube.com/watch?v=sAD4KF5Ihq8
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