lunes, 10 de noviembre de 2008

tete

La casa vacía y un post-it en mayúsculas enganchado en la puerta de mi habitación:
Qué mono es mi hermano. Al menos hay alguien que se preocupa por mí y por mi vacío existencial. ¿En qué momento los hermanos dejan de pelearse entre ellos y se cuentan confidencias? No quiero que me salga mal otra vez, ahora que me deja post-its de amor fraternal.
* Te he dejado el Zelda dentro de la Wii. ¡Buen fin de semana!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno...

Empieza con un post-it, pero parece posible que dos alienígenas acaben comunicándose algun día... ¿no crees?

Nima dijo...

yo adoro los mios. por eso y mucho mas.

no se que haría sin mis tetes!