Instantes perfectos. Pongamos un domingo por la mañana en tu cama, con un maravilloso sol de verano entrando por la ventana...nada que hacer...nada por lo que preocuparse...Todo está bien.
Ojalá pudiera trazar un camino invisible hasta este instante, aparecerme aquí a voluntad. Cerrar los ojos en noviembre, diciembre, febrero, y abrirlos aquí, tumbada, feliz, con la mente en blanco.
...guardando la partida...no extraigas la tarjeta de memoria...
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