Sin comentarios...cruzas un océano y se te altera el sueño, el estómago y la adrenalina...pero otras cosas permanecen. Como los insectos esos que me revolotean en la cabeza cuando te veo.
Por primera vez he visto luciérnagas. Ahí las llaman quiebraplatas. Son como pequeñas chispas de luz entre los árboles, como lucecitas de navidad azuladas...es algo misterioso y mágico...como la flor del chilamate. Dice la leyenda que este árbol sólo florece al punto de la media noche, y da una única flor que cae inmediatamente. Si alguien logra recogerla en un paño de algodón antes de que toque al suelo, podrá pedirle al diablo aquello que desee. Sin embargo, si ve la flor caer, le caerá una maldición de por vida...
De momento, en los chilamates sólo he visto luciérnagas...me hacen pensar que quizá, como ellas, debería ser más autosuficiente y generar mi propia luz. Quizá me ponga a buscar la flor del chilamate para pedirle al de abajo que me haga menos polilla y más quiebraplata. Es que con el de arriba no me llevo bien.
1 comentario:
Miti, me encanta leerte. :D
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