viernes, 9 de julio de 2010

El català emprenyat

Mi padre es probablemente el miembro de mi familia que más indignado está con el recorte del Estatut, y tiene toda la razón. Lo mejor es que él es único de nosotros que no nació aquí.

Yo soy catalana, y charnega, y a mucha honra. Tanto yo como mi padre hablamos un catalán correctísimo, quizá mejor que el de muchos catalanes sangrelimpia. No creo demasiado en las fronteras políticas, sí en las culturales, y en ese punto, la independencia no me parece la panacea. No odio a España, pero no soy españolista. Aunque si me dan a elegir, prefiero ver a la Selección ganar con los jugadores y la técnica del Barça que verles perder contra otro país que me trae sin cuidado.

Como la mayoría de catalanes, comprensibles, razonables, estoy harta de pedir cosas comprensibles y razonables y que, por motivos políticos, recibamos un trato humillante que otras comunidades no reciben. Todo por un extraño temor paranoico a la emancipación de Cataluña. Las naciones son concepciones basadas en sentimientos. Yo me siento, sobretodo, catalana, pero eso no es excluyente ni incompatible con otras cosas. Me indigna que, a estas alturas, aún haya un sector de la población de este país con tan poca amplitud de miras como para no comprender que la plurinacionalidad es riqueza cultural y no una amenaza. Por no hablar del recorte gordo: la financiación. Que maticen el uso de nación ¡en el preámbulo! del Estatut me parece ridículo, pero que se carguen todo el capítulo económico, cuatro años después, es insultante.

Los catalanes, comprensibles, razonables, vamos a quejarnos en bloque.
¡Nos vemos el sábado!

3 comentarios:

Elilith dijo...

El que han fet amb l'estatut és una vergonya, aixo no és l'estatut,és la seua mala adaptació.

Bessets desde València. M'agrada molt el teu Blog.

Murmi dijo...

La manifestación ha sido un éxito. Y aunque no sirva para mucho, hemos demostrado que no acatamos el recorte. No nos han cortado las alas, ¡nos han cortado las piernas! Estamos ante un atentado no solo a Catalunya y a la realidad plural de España, estamos ante un atentado a la Democracia: un estatut que se ha aprobado en el Parlament de Catalunya, en Referendum al pueblo de Catalunya, ¡y al Parlamento de España! Es una verguenza y una falta de respeto. ¿Por dónde tenemos que ir ahora? Con esto solo van a aconseguir que hayan más radicalismos por un extremo y por el otro. Visca Catalunya! i gràcies a tots els que vem ajudar a col·lapsar el centre de Barcelona.

mitilene dijo...

Me ha encantado lo de que los políticos no pudieran encabezar la manifestación. Al fin y al cabo, no la convocaron ellos y si hemos llegado hasta aquí, es por su culpa. A nosotros sólo nos queda salir a la calle a quejarnos, pero ellos podrían hacer algo, como plantarse y dimitir. Pero para eso hay que tener algo de integridad.