sábado, 24 de julio de 2010

Chicas, al salón

Os voy a poner un extracto del libro de Economía Doméstica para bachillerato y magisterio de la Sección Femenina de la Falange Española de 1958. Estoy por enmarcarlo. Es poderoso, nunca me había sentido tan feminista como después de leer esto:

"Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en un tono bajo, relajado y placentero.
Prepárate, retoca tu maquillaje. Coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite un poco de ánimo y tu deber es proporcionárselo.
Durante los días más fríos deberías preparar un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa.
Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demúestrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero, recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin tí. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales. Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones, su juicio o su integridad. Recuerda que él es el amo de la casa.
(...)
Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama...si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche. En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si siente la necesidad de dormir, no le presiones ni estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unidad, entonces accede humildemente, teniendo en cuenta que su satisfacción es más importante que la de su mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Eso te permitirá tenerle preparada una taza de te para cuando despierte."

4 comentarios:

Miyavi dijo...

madredediossantísimo...

miti dijo...

¿A qué es fuerte? Es tan chungo que parece broma...arrr...me entra un feminismo atroz, en plan raparme y quemar sujetadores :)

Murmi dijo...

diosss

Nima dijo...

al que escribió eso le enseñaría yo lo que es una mujer de verdad, no una mariquita pérez a pilas
(antes me pondría el despertador unos minutos antes para pegarle, claro)