lunes, 16 de julio de 2007

Gas


Me estoy sublimando a una velocidad de vértigo. No es que mis convicciones hayan sido nunca demasiado sólidas, pero es que ahora mismo, me estoy volviendo gas por momentos.

No sé qué demonios me pasa. De repente me siento cómo si hubiera estallado en una infinidad de partículas que tuvieran su vida propia y camparan a sus anchas por el espacio. No sé dónde empiezo y dónde termino. Estoy aquí, allí, allá...y en ninguna parte a la vez.

Me cuesta concretar. Me cuesta planificar. Me cuesta caminar. ¿Dónde estoy? ¿Hacia dónde voy? Conducir con esta niebla es una temeridad. Tinc ganes d'escampar la boira.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Avisame que me vengo contigo.. este donde este la boira esa..

Animos, abrazos y besos

Anónimo dijo...

Parece ser una sensación de lo más común últimamente. Igual es por el verano, las rutinas descolocadas, el tiempo, los cambios en general? Tiempo al tiempo, ya te centrarás, don't worry. Tú puedes ;)

muacs

mitilene dijo...

Al menos sólo es niebla mental. De mis estados gaseosos, el peor es la bruma del pantano...esa que huele mal y se arrastra por el suelo...pero no es el caso. Sólo estoy terriblemente despistada.

Será cosa del...calor ;)

(¿qué sería de nosotras si no pudieramos atribuirle al tiempo o a la luna todos nuestos desarreglos mentales...?)

Anónimo dijo...

...a saber´dónde estaríamos, mejor ni nos lo planteamos, eh? por eso de seguir al menos un poquíiiito en la cordura, ejem, ejem! :D