viernes, 27 de agosto de 2010

Did I do that?

Llevo unos días encerrada intentando terminar el trabajo. La comida escaseaba desde el martes, pero cuando me quedé sin agua asumí que tenía que bajar al súper. Eso sí, consideré antes la posibilidad de tirar adelante unos días más a base de cerveza y vino, pero me pareció que el trabajo avanzaría demasiado rápido en tal caso. Además, con la cerveza no me puedo hacer el café. Ese fue el argumento definitivo.

Así que estaba en el mercadona, pasmada en un pasillo preguntándome dónde deben esconder las cosas de primerísima necesidad (como la nocilla), cuando un tipo chocó conmigo. El señor, colaterlamente, se cargó con su carro una hermosa pirámide de cervezas. Inexplicablemente, no se rompió ninguna, pero los botellines rodaron por todo el pasillo.

Y entonces, el tipo, de la edad de mi padre, inició la maniobra Steve Urkel: se separó un pasito de la pirámide asesinada, miró los botellines, me miró a mí, se encogió de hombros y puso auténtica cara de ¿Yoooooooo? ¡Yo no he sido!, para luego darse media vuelta y largarse, dejándome sola en medio de un pasillo en caos.

Impre-sionante.

No hay comentarios: