miércoles, 23 de diciembre de 2009

Taxi


- Hola. A plaza Cataluña, por favor.
- Muy bien. ¿A casa, ya?
- Pues en realidad no. Voy a un cumpleaños...y no debería llegar tarde. Es que vengo de fuera, y...
- ¿Ah sí? ¿De dónde?
- De Minirússia.
- Oh, ha nevado en Minirússia, ¿verdad?
- Sí.

(No se lo cuento al taxista, pero probablemente mi sonrisa de felicidad carga el silencio de imágenes de la mañana, las bolas de nieve, las calles heladas como pistas de patinaje, mis guantes mojados, las mejillas coloradas...blanca navidad. A las niñas de CapitalCity la nieve nos resulta exótica)

- ¿Y qué tal se presenta la Navidad?
- Pff. Ajetreada (por no decir algo peor).
- Se presentaría mejor con el Gordo de Navidad, ¿no?
- Hm. La verdad es que este año ni siquiera he comprado lotería.
- Pues si de normal es difícil que le toque, sin comprar, es realmente complicado. Pero, bueno, ustedes las mujeres suelen consolarse con aquello de "desafortunada en el juego...afortunada en amores".

La luz del semáforo combina con las luces de Navidad de la Ronda Universitat. Me importa un bledo la lotería. Yo ya me siento agraciada.

- ¿Sabe? Tiene razón, en ese caso era imposible que me tocara la lotería.
- Me alegro por usted, pues. ¿Es feliz?
- Bastante.
- De momento, claro.
- Siempre es de momento, ¿no? Uno nunca es feliz para siempre...
- Ahí lleva usted la razón. ¿Le dejo por aquí?
- Aquí me va perfecto. Tenga, gracias. ¡Feliz Navidad!
- ¡Feliz Navidad!

1 comentario:

Miyavi dijo...

A mí me regalaron lotería y no he ganado nada. Se ve que también yo he cubierto el cupo de felicidad :)

Un abrazo, Miti, y feliz, HO HO HO, navidad!!