lunes, 28 de mayo de 2007

Las arras de marras

Sábado, y de nuevo, me encuentro en una boda de gente desconocida, ganando algo de dinero y sintiéndome apuñalada por dentro mientras escucho por decimoquinta vez en este mes la misma epístola de san pablo sobre lo bonito e imprescindible que es el amor (menudo pájaro, el apóstol este...) Yo la veo sentada en el banco de enfrente, y siento que si todo esto tiene que durar más, tendré que salir corriendo. Así que aparto la vista de sus ricitos deliciosos y me centro en la boda, que al menos es el mismo coñazo inócuo de siempre.

Últimamente se está poniendo de moda en las bodas el ritual de las arras, unas moneditas que se pasan los esposos simbolizando los bienes que compartiran (el matrimonio, eso tan bonito y etéreo...jajaja) El caso es que me parece el colmo de la hipocresía hacer todo el teatrillo de las arras si luego terminarán haciendo separación de bienes. Y si no la hacen...¡peor para ellos! Porque estos días estoy descubriendo la horrible mierda que es compartir cosas con tu pareja.

Porque cuando todo se termina y te encuentras haciendo las maletas...¿qué haces con las cosas que son de las dos? Es un mal momento para decidir este tipo de cosas. Estas emocionalmente débil y todas las cuestiones materiales te dan asco...¡pobre inútil! Razonas cosas cómo "para qué voy a querer yo ese televisor o la cama de matrimonio, si a partir de ahora voy a estar sola y deprimida..." En cambio, recoges toda la porquería sentimental que encuentras, fotos, postales, entradas, post-it...papeles y mierda variada con la que erigiras un mausoleo deprimente en tu casa...hasta que te des cuenta de que tendrías que haberte quedado la tele. Entonces te entra el materialismo a saco, y te das cuenta de la cantidad de cosas que te has dejado en su casa...y que ya no recuperarás.

Debería haber separación de bienes siempre. Incluso sin contrato matrimonial.

3 comentarios:

Ana Gordillo dijo...

Miti!Animo guapa...algun dia te levantaras y se te habran olvidado todos esos post it.. te lo aseguro. Como ya sabes, soy fan de tus post, asi que ahora te seguire por aqui.un beso desde los madriles.sugar

Anónimo dijo...

Con los tiempos que corren, en lugar de pasarse de manos las arras los "casi esposos", mejor se vayan pasando el contrato que tienen con el banco para los próximos 30 ó 40 años, y vayan tomando conciencia de lo que les esperará a partir "del dia más maravilloso de sus vidas". Seguramente durará más el contrato con el banco, que con tu marido. Y es que a fin de cuentas, esas moneditas tan monas no son ni de curso legal. ¿Para que narices las quiero, si no me las puedo ni gastar?

mitilene dijo...

Sí, la verdad. Hoy en día las hipotecas unen más que los anillos, y duran más que los matrimonios...tu te casas hasta que la muerte (o la otra) os separe, mientras que las hipotecas van más allá de la muerte,y persiguen a tus descendientes o a tus avales...