sábado, 10 de septiembre de 2011

Cigüatanejo

"Andy Dufresne alcanzó la libertad arrastrándose por quinientas yardas de porquería que olían como no me quiero imaginar (...) y salió limpio al otro lado"

Midori ha visto la película miles de veces, pero ahora, de repente, esta frase se le clava en el cerebro y se le repite, una y otra vez. "Quinientas yardas de porquería". Siempre le repetían que aquello no era una secta, porque lo difícil era entrar, no salir. Pero era mentira. Había puertas, como en la cárcel, pero no son de salida. Así que tuvieron que escapar por las cloacas, arrastrándose entre la suciedad acumulada debajo de La Organización.

"Arrastrándose". Unos se quedaron atrás, a otros los atraparon de nuevo. Algunos han abandonado después de tragar demasiada mierda, y otros, siguen arrastrándose paso a paso. Pero Midori no conoce a nadie que haya salido limpio al otro lado. Escapar es un proceso largo y deja huellas.

Quizá aún les falta recorrer unas cuantas yardas más antes de salir al otro lado, y largarse a Cigüatanejo a reparar un yate.

1 comentario:

Bey dijo...

Dicen que los últimos kilómetros de la carrera siempre son los que más cuestan.
Quién sabe, pero creo que me falta fe para creer que se pueda llegar totalmente limpio al otro lado.