viernes, 11 de abril de 2014

Marceline



- Estás muy delgada. No me comes ná. Tienes más hueco entre las piernas que Finn el Humano.
- Cómo te pasas. Yo quiero ser Marceline, y tener una hacha-bajo.
- Y ser reina de los vampiros.
- Eso también.

Estoy viva. Sigo escribiendo mis tonterías, y dibujando mis muñequitos, lo haré hasta que me muera, y también después, cuando me reencarne en Marceline. Pero me he vuelto huraña, o precavida, o mayor, y no me gusta exponerme. ¡Han pasado tantas cosas! Quizá la noticia es que soy razonablemente feliz, y eso es fatal para la inspiración.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues creo que hacerse mayor es exponerse sin reparar en qué pensarán los demás de ti. Cuando "descubres" quién eres, ya no te importa las etiquetas que te pongan...
Eso sí, si el motivo de no estar tan inspirada es algo parecido a la felicidad, bienvenida sea la página en blanco.