Cuando eras pequeña, decir que la Navidad te daba asco te convertía en la niña más friki y amargada de la clase. Luego resulta que te haces mayor y renegar de la Navidad es imprescindible para ser cool.
Pues a mí me gusta. Sobretodo, me gustan las luces. Me quedaría embobada mirando horas y horas cómo se encienden y se apagan, sin pensar en nada, dejando que, por unos días, todo se pare.
1 comentario:
Qué mona...
:)
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