- Nunca he ido a París. - Yo te llevaré. Iremos juntas a París. Prométeme que no irás si no es conmigo. - Te lo prometo.
Rufus estaba melancólico. Y se me pegó. Mientras cantaba Leaving for Paris, recordé que algunas ciudades estan malditas, que algunos planes estan malditos, y que las maldiciones, en el fondo, molan. ¿Qué emoción tendría, si no, desafiar al destino?
4 comentarios:
Emma
dijo...
Tú si que puedes usar esa frase de 'siempre me quedará París...' :p
Esto es como los cuentos: Se requieren un par de ocasiones fallidas, con maldición de por medio, para crear expectación. A la tercera, esto sólo puede terminar en plan cuento de hadas o en plan Perdidos.Lo mire como lo mire, es emocionante. ¿Cúantas ciudades habrá en el mundo que no conozca y me importen tanto?
Uf, Ana, Rufus ayer estaba vetadísimo...la última vez que vino a Barcelona cantó con su madre, y todo el concierto fue como una especie de homenaje a ella...terminó con una canción suya y le caían unos lagrimones...fue super bonito pero de abrirse las venas...
4 comentarios:
Tú si que puedes usar esa frase de 'siempre me quedará París...' :p
ayyy, tú también fuiste? es uno de los cantantes que tengo vetados these days...
Si los planes se truncan es por algo...
no era el momento..
Esto es como los cuentos: Se requieren un par de ocasiones fallidas, con maldición de por medio, para crear expectación. A la tercera, esto sólo puede terminar en plan cuento de hadas o en plan Perdidos.Lo mire como lo mire, es emocionante. ¿Cúantas ciudades habrá en el mundo que no conozca y me importen tanto?
Uf, Ana, Rufus ayer estaba vetadísimo...la última vez que vino a Barcelona cantó con su madre, y todo el concierto fue como una especie de homenaje a ella...terminó con una canción suya y le caían unos lagrimones...fue super bonito pero de abrirse las venas...
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