La sonrisa del gato de Chesire no desaparece. Él se va, pero su sonrisa queda. Su maldita sonrisa autosuficiente, su silencio burleta, sus acertijos y sus sentencias absurdas, brillando en mi cabeza.
Alicia va a terminar contigo. Ya no te necesito para saber cómo salir de aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario