viernes, 18 de diciembre de 2009
1,2,3,4...
...tell me that you love me more.
Aprovecharon que estábamos despistadas y se colaron en la habitación. Los músicos entraron cargando sus instumentos en silencio, haciendo equilibrios para no tropezar con nuestros zapatos. Feist buscó un enchufe para el ampli en a ciegas, casi se electrocuta, la pobre. Luego entró el coro, de puntillas, empujándose en silencio, pisándose los unos a los otros, hasta que ya no cabía ni un alfiler. Estuvieron calladitos un rato largo, largo, esperando la señal del regidor: ¡1, 2, 3, 4!
De los mejores regalos de Navidad que he tenido nunca.
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1 comentario:
And more and more and more.
Cada dia m'agraden més, les teves entrades...
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