Luego he vuelto a Barcelona y se ha terminado el paisaje de postal. Pero en el metro, junto a mí, se ha sentado una chica con una bobina industrial de burbujas de plástico. Llevaba un abrigo de aviador morado y pintalabios rosa chicle, y estaba tramando algo. Lo sé porque ponía caras de esas que uno pone cuando está calculando todo lo que le queda por hacer, cómo lo va a hacer y cuando. Quién sabe, lo mismo nos recubre la ciudad de nieve de plástico esta noche y así los camacus vivimos una blanca Navidad, como toca.
Como la crisis es el tema único, parece que el 2009 se cierne sobre nosotros como una tormenta, y que en lugar de celebrar su llegada debemos agachar la cabeza y apretar los dientes. Pero a mi, que nunca he tenido ni un duro, me parece absurdo pintárselo todo tan negro. Aunque el 2009 sea fatal en muchas cosas, a la fuerza tendrá que ser mejor en otras. De verdad espero tener un poco más de suerte este año, y si es que tiene que venir tormenta, que llueva mucho, que limpie y lo arrastre todo de una vez.
2 comentarios:
Ya verás, Virgo, como en el 2009 conseguirás entradas para un concierto deseado...
Cosas del karma ;)
Recuerdo la última vez que vi nevar en Barcelona. Debía ser por el 1998 más o menos. Parecía mentira que de mi propia calle pudiera recoger NIEVE para tirarla por ahí.
Por un año nuevo mejor que el anterior, y puestos a pedir, que nieve!
Petons.
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